La Escuela que forma Project Managers Digitales para que sean la mano derecha de emprendedores y emprendedoras del mundo digital

Las empresas digitales necesitan un profesional que lidere equipos, gestione proyectos y establezca procesos que hagan crecer el negocio de forma exponencial.

En las empresas digitales faltaba una pieza. 

Un profesional ubicado al lado del CEO en el organigrama empresarial. Una persona con talento organizativo que aporta libertad al CEO para que planifique el crecimiento de la compañía y se centre en su zona de genialidad.

Esta pieza ya existe. Se llama Project Manager Digital.

Y es el nexo de unión entre el visionario y el equipo. El motor que propulsa a las personas, los procesos, los sistemas y la estrategia de la empresa.

De esta Escuela nace cada año una nueva generación de “manos derechas” expertos en la gestión, el marketing y el liderazgo de los negocios digitales. 

Los Project Manager Digitales ya son una realidad. Y han llegado para quedarse, dispuestos a ayudar a los visionarios del siglo XXI a cambiar el mundo.

Soy Mónica de los Ríos y he creado la primera escuela en español de Project Managers Digitales.

Hoy me siento orgullosa de haber creado una escuela que forma a nuevas generaciones de PMD, personas que ayudan a otros emprendedores, con los que comparten valores, a gestionar y organizar sus empresas y equipos. Profesionales que se están convirtiendo en la mano derecha de algunos de los negocios digitales más importantes de nuestro mercado.

Y todo esto ha sucedido gracias a lo que yo llamo… “las 4 piezas del puzzle”. ¿Quieres conocerlas?

Primera pieza: Estudio y observación de la naturaleza humana.

“Entendiendo cómo funciona la mente se pueden crear equipos apasionados, motivados e ilusionados con un mismo objetivo”

Cuando estudié Empresariales solo me interesaban las asignaturas que tenían que ver con la mente humana: marketing, sociología, psicología, ventas…

Y así he seguido durante años, formándome de todas las maneras: libros, conferencias, programas, encuentros, viajes… Sin embargo, lo que más me ha ayudado a entender la mente humana es observar durante 15 años a los equipos de personas que he seleccionado, formado y dirigido en pequeñas empresas, startups o multinacionales. 

Hoy me doy cuenta de que gracias a todo el trabajo personal, todo el estudio y la observación he podido entender, adaptarme y gestionar mentes tan diferentes en una empresa como son el cliente, las personas del equipo, y el CEO o fundador…

Segunda pieza: “¿Y si existe otra forma de hacer las cosas?”

Antes de terminar la carrera ya estaba trabajando en la primera multinacional.

En total he pasado por tres, y en todas ellas comencé con puestos muy básicos para llegar a gestionar grandes equipos, impartir formación y desarrollar estrategias de marketing y ventas.

Pero una y otra vez me chocaba con la misma pared: hacer las cosas de la misma manera que hace años, sin poder innovar nada… Necesitaba algo más.

Y en ese camino de búsqueda dejé los contratos indefinidos y grandes sueldos para probar nuevas formas de hacer las cosas. 

Quería trabajar deslocalizada, desde cualquier lugar del mundo, con un equipo motivado, en el que reinara el respeto y la admiración…

Buscaba libertad y pasión. Y muchos años después… Por fin lo encontré.

Una de las multinacionales que dejé fue Bankinter, y lo hice para irme a Londres a trabajar sirviendo cafés. Y allí, entre cafés, museos y librerías descubrí el  campus de Google y su formación gratuita.

Aquí encontré la tercera pieza del puzzle: el Marketing digital, mi gran pasión.

Regresé a España y volví a caer en la tentación de las multinacionales. El del Banco Santander fue el último contrato indefinido que rompí, dos años después de haberlo firmado, para poder trabajar en un proyecto de solo 3 meses en Google. 

Ya te puedes imaginar lo que decían de mí mis amigos, mi familia…

Pero en Google descubrí la segunda pieza del puzzle de la que te hablaba antes: una forma diferente de hacer las cosas, las Startups.

Y me quedé a trabajar en su aceleradora, ayudando a varias Startups con sus equipos, ventas y marketing.

Durante esos años, yo misma monté mi primera empresa digital: una ecommerce con la que descubrí la cuarta pieza del puzzle:

Fue la revelación: “necesito un doble, una copia de mí, alguien que sepa tanto como yo de todas las áreas de la empresa…. Necesitaba un Project Manager Digital, pero desconocía la existencia de esta profesión.»

Vendí mi parte de la empresa, pero seguían faltando piezas. Me formé como PMD y comencé a trabajar como mano derecha de algunos de las mejores empresas digitales de España. Puse todo mi conocimiento en gestión de equipos, marketing, economía, copy, diseño…. 

De repente, ¡todo encajó en una sola profesión! Y resultó ser la profesión que todos necesitaban en sus empresas. Pasé a dar servicios de consultoría para poder ayudar a más empresas, pero seguían llegando emprendedores agotados en busca de ayuda pidiéndome referencias de algún PMD para contratar en su equipo…

Así nació la Escuela PMD

Donde formamos a los nuevos ‘líderes en la sombra’ de las empresas digitales.

Ni tengo oído para la música, ni se me da bien el arte y soy más bien patosa… pero hay un talento del que puedo presumir: soy una cazatalentos de los negocios digitales. Entre mis 10 años de experiencia en el sector digital y otros tantos gestionando equipos y mi intuición, soy capaz de encontrar a los mejores.

Imagina el equipo de La Escuela: 

Israel de la Fuente es el director y Project Manager Digital de la Escuela.

Más de 20 años de amistad me han permitido ser espectadora de la capacidad de Israel para liderar, formar y  acompañar a otras personas en distintos sectores, desde la automoción a la hostelería.

Hace 3 años, Israel no sabía nada de los negocios digitales pero yo sabía que era la persona que necesitaba a mi lado para la aventura.

Comenzó formándose para ser mi mano derecha en los proyectos que ya gestionaba: lanzamientos, procesos de selección, gestión de negocios digitales…

Las empresas se acumulaban y llegó el reto: formemos a otras personas para convertirse en los PMD que ayuden a los emprendedores agotados.

Hoy es un pilar fundamental en el proceso de transformación de los alumnos que pasan por La Escuela.

Ana García es la directora creativa y Project Manager Digital de la Escuela.

Capaz de transformar la chispa de una idea en un huracán creativo.

Su conocimiento de los negocios online y estrategias digitales, su atención al detalle y pasión por su trabajo  sumado a su mente de artista la convierten en una de las pieza clave de la empresa.

Si has llegado hasta aquí ya sabes mucho de mí y de mi gran pasión:

Ayudar a otros a conseguir sus sueños a través de una nueva profesión que te de la libertad y realización que siempre has buscado o una empresa en la que descansar.

Así que ahora te voy a contar algunas curiosidades más íntimas…

Mi gran pasión es aprender y mi forma favorita para hacerlo es viajar.

Por eso terminé convirtiéndome en Nómada Digital aunque por el camino me enamoré de Bali y me quedé a vivir la mayor parte del año allí.

Cuando piso un aeropuerto siento mariposas en el estómago: significa que estoy a un vuelo de descubrir una nueva cultura, volver a uno de mis rincones favoritos del planeta o visitar a alguno de los amigos que tengo repartidos por el mundo.

Viajo lento y me gusta pasar varios meses en cada país que visito, aprendiendo su cultura y forma de vivir. Esto me permite aplicar nuevas filosofías y mentalidades diferentes a los equipos y empresarios con los que trabajo.

Soy de la Ribera del Duero, castellana de pura cepa, y amo mi tierra y sus paisajes.

Hace 5 años descubrí el yoga y la meditación, hoy es una forma de vida para mí.

Colecciono atardeceres. ¿Mis favoritos? En la playa de Bali con un coco, amigos o en la terraza de mi pueblo mirando el Duero con un buen vino y mi familia.

Creo firmemente que el autoconocimiento y apostar por tus sueños es la fuente de la felicidad y la calma.

✶ Mi valor estrella: la libertad.

✶ Mi superpoder: saber escuchar.

✶ Mi emoción perfecta: la calma.

✶ Mi adjetivo favorito: multipotencial.

Si te quiero, te regalaré libros.